El festival Emblema Ciudad de México dio, desde el anuncio de su cartel, mucho de que hablar, teniendo artistas para todos los gustos, «uno viene a ver lo que quiere, para eso pagas tu boleto», es lo que escuche mientras caminaba hacia otro escenario después de ver la presentación de Kaia Lana, una artista que ha aprovechado muy bien las redes sociales para impulsar su carrera, como ella lo ha mencionado, «mi proyecto de pandemia». Evidentemente tener una buena cantidad de seguidores en tus redes te da cierta confianza, pero cuando te enfrentas a una multitud con reacciones al momento, intimida y queda aun lado ese número de seguidores.
La presentación de Kaia Lana tuvo chispazos agradables, momentos íntimos y nerviosismos de parte de la interprete, aunque el público que se mostró respetuoso ante ella, ya que no era a ella a quién esperaban. Una mezcla entre seguidores de Danna Paola y Backstreet Boys ya aguardaban desde muy temprano su lugar en el escenario principal, una buena oportunidad de ver artistas nuevos como Kaia y morir deshidrataros con el calor.
Mientras caminaba hacia el escenario que presentaba al artistas «sorpresa», pensaba justo en eso, «uno viene a ver lo que quiere…», tiene mucho sentido para quien va a ver más de tres artistas, pero, ¿si solo vienes por venir?, yo fui arrastrado por la curiosidad de ir a este festival y bueno… por ver a Chvrches, no miento, me encanto ver la presentación de Lauren y compañía pero, ¿qué pasa con los que vienen por compañía o invitación?. A la lejanía me percate de una pareja en particular, ella aplaudió y lloró con el artista sorpresa, que fue Elsa y Elmar, pero el veía directamente al escenario, volteaba hacia atrás y en ocasiones sonreía al ver las reacciones de su novia, para nada se veía disfrutar lo de enfrente.
Es probable que Elsa y Elmar no lograra ese día tener la atención de ese chico en particular, ¿que lo haría?, probablemente los giros de Lauren Marberry, su voz tierna y el performance de verle llena de sangre en determinado momento de su presentación lograría captar su atención o tal vez otro de los shows que se presentaban en ese momento. A mi sinceramente me sorprendió ver a Danna Paola cantar «Un Mundo de Caramelo» (en tu cara Belinda), tampoco me hice fan pero, aquí si vemos alguien que no le huye a su pasado y sobre todo, que aprovecha muy bien el momento mediático que le ha dado sus éxitos.






Después de ver la reacción del público al escuchar «agüita» , sentí miedo y un poco de pena, me sentí fuera de lugar – ¿qué hago aquí? – me pregunte, – ¿a caso así se siente alguien que nunca en su vida ha venido a un festival? -, me seguía preguntado, no se engañen, no estaba desacreditando al festival, más bien, intentaba encontrarme entre un mar de personas desconocidas y con gustos diferentes pero, como lo dije, este festival tiene para todos y… ¡Bendito Yung Bae! vino para hacerme bailar a mí, vino para engancharnos con sus mezclas y calentar motores para ver a Backtreet Boys (ya se…). No soy un chico rudo o tal vez creí que lo era por entrar al slam en otros años, no sé… Pero si estaba emocionado por ver a la boy… bueno lo que queda de ellos.
Hablar de Backstreet Boys, implica hablar de revistas de quinceañeras revelando cosas «intimas» de sus integrantes, de especiales en MTV del Behind the Scene de sus vídeos y obviamente, de coreografías que mínimo te sabias dos pasos. Todo eso quedo en el pasado, ahora todos crecimos y esta fue tal vez la primera vez que veíamos a la boyband. Mi emoción fue distinta a la de muchas personas, los gritos no cesaron, incluso cuando empezaban los acordes de un hit, todo se iluminaba por los miles de celulares, buscando captar un momento. Cada canción me hizo recordar un momento bloqueado de mi adolescencia, de mi amor platónico y de juramentos que evidentemente se rompieron… Entonces caí en cuenta que me sentí identificado con este festival, con su diversidad sonora.







Después de un primer día lleno de preguntas, decidí dejar las reflexiones y total, entregarme al festival, a su curaduría y sobre todo, a convivir con su gente. En buen momento decidí hacerlo, ver a Paula Cendejas y a Princesa Alba juntas como primer show del segundo día, me hizo darme cuenta que el sábado sería el día que más disfrutaría de Tecate Emblema.
Mi buen rollo aumento después de hidratarme con agua y esperar a ver la presentación por primera vez de Fuel Fandango en México. Justo hace dos años tuve la oportunidad de platicar con Ale, integrante y productor de este dúo, a distancia, el tomando un café en las calles de Barcelona y yo en una cabina de radio en México. El me juro que no me arrepentiría de ver a Nita cantar, «de puta madre», fue textual la expresión, y sí, fue increíble, solo lamente que por falta de difusión (no se quien fue el responsable), la banda tuvo poca audiencia, pero créanme, escúchelos y sobre todo, si vuelven, vayan.
Me voy a saltar varias presentaciones, no por aburridas, sino porque me tuve que ir a la búsqueda de un buen lugar para ver Kaki Uchis y a Gwen Stefani, más fan de la segunda y más curioso de la primera, encontré un lugar que me permitió ver con mucha comodidad la presentación de la colombiana, que terminando su show acá voló hacia Las Vegas para estar fresca y presente par a la entrega de los Billboard.
Kali Uchis en el escenario es… entretenida, conceptual y por momentos muy plana, me llamo la atención que para su presentación taparon el escenario con una manta negra para que no se revelara la sorpresa y si fue sorpresa verla a ella en la punta de una pirámide improvisada por mesas, el encanto duro solo esa canción y de ahí, sobro la escenografía, a mi me causo mucho ruido todo ese espacio desaprovechado, pero bueno, artista conceptual, artista conceptual.
Ahora si, mi gran cierre, se que Diplo tuvo otro gran cierre, me gusto y todo pero, Gwen Stefani, a ver… existe dos públicos para esta artista, quienes la seguimos desde No Doubt y quienes la conocieron en su ahora faceta como solista, pero jamas vi venir que esto sería un 2×1, ni la comer tiene estos ofertones, «Sunday Morning», la segunda canción que interpreto me hizo darme cuenta que esta noche tendría la oportunidad de ver a No Doubt, sin tener a No Doubt, el sueño se cumplió, no solo a mi, sino a la festejada que hoy orgullosamente puede presumir el la firma de Gwen tatuada en su brazo (busquen los vídeos para saber de que hablo).
Podría agregar otro párrafo describiendo mis emociones, vivencias y de los miles de remedios para la garganta que me pasaron por la cabeza, al darme cuenta que me estaba quedando sin voz. Pero gustaría más que ustedes tuvieran esas vivencias, tampoco es «madrearse» el físico para decir que disfrutaron el festival, sino sentir una profunda alegría al otro día al ver sus fotos o vídeos que recolectaron de lo que ustedes consideran «el mejor momento».




